sábado, 4 de agosto de 2012

Un poco de mi.


Ayer, estuve viendo el primer capitulo de Frágiles, una serie que estrenó Telecinco y que trata sobre un fisioterapeuta. El capitulo no estuvo mal, quitando las bromas de Santi Millán, que ha mi parecer eran un poco groseras y quitando también algunos puntos un poco surrealistas. Quitando esas cosas me gusto. Y me hizo pensar si alguna vez llegaría a ser un buen fisioterapeuta.

Hoy, estoy en el ecuador de la carrera de fisioterapia, y he de deciros que es un gran mundo por descubrir, que para mi cada día mejora.

De pequeños no sabemos a que nos vamos a dedicar, todos soñamos con ser médico, astronauta, profesora, modelo… yo tenia una larga lista, de las que la más realista era profesora. Pero no era mi vocación, y no se en que momento me decante por la fisioterapia. Me gustaba la idea de poder ayudar de una forma más directa a las personas. Quería algo relacionado con medicina, pero ser médico no me llama y las agujas no me gustan. La fisioterapia en su “pequeño mundo” abarca demasiado, todo lo que me gusta y más. Para mi es perfecta.

Al ver la serie, me di cuenta de algo más. Cuando empecé a estudiar solo veía el cuerpo humano, pero hoy se que los pacientes no solo son músculos y huesos, pues son personas y tienen sentimientos.

Y como dicen, el peor dolor no es el de los músculos, sino el que nos hacen las personas más cercanas. Con esto quiero decir que habrá que conocer un poco al paciente, ver sus miedos, tratarlo como una persona. Es paciente pero también persona, y hay que pensar en lo que le produce que unas manos extrañas de pronto empiecen a toquetearla.

A veces no se quita el dolor, y no es mejor fisio el que mejor usa sus manos, pues también hay que saber tratar a las personas. Y siempre con una sonrisa, los problemas personales se quedan en casa al salir.

No puedo estar más contenta con el camino que he tomado, en cuanto a mi profesión. Y no solo estoy aprendiendo anatomía y fisiología, pues de los que más estoy aprendiendo son de las personas que andan en el mismo camino que yo. Esas personas que hoy puedo llamar amigos, y no lo digo por decirlo, pues me lo han demostrado. Se hacen grandes amigos.

Dicho esto, espero llegar a ser una buena fisioterapeuta.

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