Una mañana te levantas pensado que va a ser un
gran día, pero al medio segundo todo cambia, todo se vuelve patas arriba. Pero
cuidado, porque no sabes como va a terminar el día.
Siempre se ha dicho que no nos damos cuenta de
lo que tenemos hasta que lo perdemos. Supongo que es cierto, que con el tiempo
apreciamos eso que teníamos y que ahora por una extraña razón echamos de menos.
Perdemos cosas, personas... Y cuando nos damos cuenta ya es demasiado tarde
para recuperar lo perdido. Pero si no, no existiría el arrepentimiento…
Pero también hay que ver las cosas nuevas que
vienen. A lo mejor, lo que perdemos no es tan importante como lo nuevo que nos traerá
la vida. Siempre que se abre una puerta se abre una ventana, ¿no? Sea como sea,
siempre hay que estar abierto a nuevas oportunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario