Puedes ser feliz, solo tienes que proponértelo.
Puede que haya demasiadas piedras en el camino,
pero no tienen porque detenerte. Te pueden poner mil trampas, pero tu siempre tendrás
una razón para salir de ella. La naturaleza del mundo en el que vivimos,
constantemente nos pone a prueba. A veces pasamos el examen con nota y otras
veces no pasamos del cinco “raspado” pero lo importante es pasarlo.
Por muy abajo que estés siempre habrá alguien
que te ayude a subir. Puede que creas que una amistad estás perdiendo, pero en
el momento que menos esperas esa amistad que creías perdida te sorprende, y te
das cuenta de que siempre ha estado ahí, incluso ahora está más viva que nunca.
Nunca perderás esa amistad. Te das cuenta de que una gran suerte haber conocido
a esa persona.
En cambio puedes creer que algunas amistades serán
para siempre y cada día te esfuerzas en mejorarla, pero llega un día en esa
amistad se pierde, te defrauda y valoras mucho más esas amistades que creías perdidas
y que están ahí apoyándote. Y esas son las de verdad. No hay que saber de ellas
todos los días pero cuando realmente las necesitas sabes que puedes contar con
ellas. Es toda una suerte contar con alguien así.
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